Influencia sobre Vigilia

Impacto de los sueños

Tomando como base la consideración sobre los sueños de Jung, podemos establecer que los sueños nos permiten ver el mapa de nuestro estado interior. Los sueños son una vía de expresión de todo aquello que ha sido reprimido y ocultado y que reside en el inconsciente. Los sueños son la vía que permite que dichos contenidos inconscientes lleguen a la mente consciente de forma «camuflada», en forma de símbolos oníricos. Dado que el ego ha sido el que ha reprimido dicho contenido, le es más fácil «aceptarlo» al volver a enfrentarse a dicho contenido, pero en forma de símbolos camuflados (es como que «duele menos»).

Durante el desarrollo de un sueño ordinario parecemos funcionar en una especie de «piloto automático», pues nuestra mente no funciona bajo el razonamiento crítico. Es de mi opinión que durante los sueños afrontamos la escena y el guión onírico en función de nuestras creencias más profundas y arraigadas. En ciertas ocasiones nos permitirían ver cómo resolveríamos una situación determinada en función de aquellas creencias que nos definen desde lo más profundo de nuestro ser.

El inconsciente colectivo implica una conexión psíquica entre todas las personas y el acceso inconsciente a un conocimiento universal ancestral. Esto implica que algunos sueños pueden acceder a estas capas muy profundas de la psique, y ésto permitiría comprender todos aquellos sueños que han implicado avances muy importantes en la ciencia y la elaboración de obras maestras del arte.

Ciertos sueños en los que se plantean situaciones ya vividas en vigilia permiten «revivir» dichas situaciones y plantear resoluciones alternativas. También se dan sueños en los que se resuelven situaciones que se van a dar en el futuro inmediato, de forma que somos capaces de dar con la solución más óptima o, en caso de no dar con una solución, permitirnos ser capaces de afrontarla de manera que el impacto emocional sea minimizado y la situación sea lo más llevadera posible.

Sorprendentemente hay sueños que podemos calificarlos de precognitivos. Son sueños que plasman situaciones que nos son desconocidas a priori y, sorprendentemente, al poco tiempo se manifiestan o materializan en la realidad de vigilia. Dichos sueños nos permiten afrontar mejor el contexto y la acción de la situación en la realidad de vigilia.

Los sueños experimentados por la noche pueden llegar a tener un impacto emocional muy importante en nuestra psique, perdurando e impregnando nuestra personalidad durante las horas o los días después. Este impacto emocional puede llegar a afectar nuestra toma de decisiones consciente, siendo decisivo en el camino que estamos trazando en el correspondiente período de nuestra vida.

A través de los sueños también es posible llegar a conocer información que no es totalmente desconocida, bien de nosotros mismos o de otras personas, e incluso permiten «contactar» con familiares fallecidos, resultando en una cura inmediata del dolor interior que la persona ha podido estar sufriendo por la pérdida de ese familiar.

Efectos sobre vigilia

Algo bastante interesante es que los hábitos que adquirimos durante la vigilia (nuestro día a dia cuando estamos despiertos y conscientes), acaban reflejándose en nuestros sueños. Por ejemplo, si convertimos en un hábito el pasear por una zona nueva, es muy probable que dicha zona acabe apareciendo en nuestros sueños. Vemos así que hay una influencia de la realidad de vigilia sobre la realidad onírica.

Pero también ocurre la influencia en sentido contrario: los sueños que hemos experimentado la noche anterior alteran nuestro estado emocional, pudiendo llegar al caso de que acaben permeando nuestro estado de ánimo durante vigilia, influenciando así las decisiones que vamos tomando a lo largo del día. 

Los estudios científicos han demostrado que el cerebro no distingue lo «real» (vigilia) de lo «irreal» (sueños). Es decir, el hecho de experimentar o afrontar una situación determinada, bien en vigilia o en el sueño, el cerebro lo procesa de la misma manera y emite las mismas señales eléctricas al cuerpo, pues lo experimenta como real. De esta manera, el cerebro reprograma las redes neuronales como consecuencia directa de dicha experiencia. Es decir, el cerebro está aprendiendo sea cual sea la naturaleza de la experiencia, y dicho aprendizaje queda disponible para la mente consciente en vigilia.

Estamos afirmando de forma categórica y contundente que el cerebro experimenta la realidad del sueño exactamente igual que si fuera la realidad de vigilia, aprendiendo de dicha experiencia y entrenando a la mente y al cuerpo físico de forma que puedan aprender y mejorar al volver a afrontar una experiencia similar en vigilia.

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