¿Que son los sueños? (I)
Cada noche nos vamos a la cama a desconectar de los quehaceres diarios, a descansar y recargar energías para el día siguiente. En ese período de descanso que dura unas cuantas horas, ocurre algo casi mágico: soñamos.
¿Y por qué un sueño tendría que ser algo mágico? Pues porque en un sueño llegamos a vivir una experiencia de inmersión en un escenario onírico, y dicha experiencia llegamos a sentirla como real. Estas experiencias oníricas son generalmente en primera persona, con secuencias de imágenes vívidas y plenamente formadas, que nos permite vivir, experimentar y sentir situaciones o contextos diversos como si fueran reales.
Los sueños han cautivado la curiosidad y el interés de la humanidad desde tiempos remotos. Estamos hablando de que el interés por los sueños ya aparece en la Biblia, en la antigua Grecia, en el antiguo Egipto, etc. Se les llegó a dar un carácter totalmente sagrado y divino. A día de hoy, en nuestra sociedad occidental, la ciencia también estudia los sueños, tratando de comprender cómo se crean, qué partes del cerebro intervienen en el proceso, etc. Y siguen habiendo más interrogantes que respuestas.
Mientras que el acto de soñar es de naturaleza fisiológica, el contenido de los sueños (con sus imágenes, anécdotas, actividades, emociones y pensamientos) es de naturaleza psicológica.
En una vida normal de unos 70 años de duración, un indivíduo pasa cerca de 23 años (un tercio de su vida) durmiendo y, de éstos, unos 6 años soñando. Curiosamente, la mayor parte de los sueños a lo largo de la vida serán olvidados.
Desde el siglo XIX encontramos diferentes teorías sobre la naturaleza y la función de los sueños. Aunque no hay ninguna teoría única que explique la totalidad de los procesos oníricos. Podemos decir que las diferentes teorías que hay a día de hoy se van complementando, o que van aportando diferentes versiones que se van acumulando, y que hacen que ninguna teoría anule a otra.
¿Qué son los sueños según la ciencia más materialista?
Desde el punto de vista de la neurobiología y neuropsicología actuales, que consideran el cerebro como una especie de computadora, habrían varias consideraciones sobre qué son y para qué sirven los sueños:
- Son el resultado de la actividad aleatoria de las neuronas, siendo una función totalmente fisiológica y, por lo tanto, careciendo de ningún tipo de significado.
- Son el mecanismo a través del cual el cerebro se deshace de la información inútil.
- Son una preparación dinámica y activa para el día siguiente.
- Tienen un papel primordial en la consolidación de la memoria.
La ciencia actual se apoya en el psicoanálisis de Freud, según el cuál los sueños son la realización o el cumplimiento de deseos reprimidos en el insconsciente.
Mi forma de verlo
Desde mi humilde punto de vista, creo que los sueños van mucho más allá de lo que la ciencia más ortodoxa y materialista considera que son. ¿Por qué digo ésto? Partamos de una premisa en la que creo que vamos a estar de acuerdo: la Madre Naturaleza es sabia y su creación (los seres vivos) son de una perfección y una eficiencia total.
Tomemos como ejemplo la fotosíntesis, el proceso a través del cuál las plantas transforman la energía de la luz solar que llega a ellas en energía vital para sus funciones. Pues bien, se ha demostrado que la eficiencia de dicha transformación de energía es prácticamente el 100%. Es uno de muchos ejemplos en los que se puede observar que no hay sitio para el despilfarro o la pérdida de energía sin sentido en la Naturaleza.
Volviendo al mundo de los sueños, resulta que pasamos durmiendo prácticamente un tercio del tiempo de nuestra vida. Y un porcentaje considerable de ese tiempo lo pasamos soñando. Si hago un recuento de la cantidad de sueños diarios que he registrado en los últimos 2 años, suman cerca de 1200 sueños (los cualtes los tengo todos registrados en papel). Si extrapolamos esa cantidad a mis casi 48 años de vida, tenemos un total de 28.800 sueños (recordados). Si tenemos en cuenta que experimentamos muchos más sueños de los que recordamos, y tomamos una media diaria de, por ejemplo, 6 sueños, tendríamos que en 48 años de vida habria experimentado un total de 105.120 sueños. ¿De verdad la Madre Naturaleza nos ha hecho de tal manera que deperdiciamos el tiempo con sueños sin valor y sin significado?
Mi experiencia personal a lo largo del registro y observación de mis sueños me ha llevado a sorpresas totalmente inesperadas que han dado un giro de 180 grados a mi concepción sobre la naturaleza y el propósito de los sueños. De hecho, ahora sí me encaja perfectamente el hecho de que soñemos tanto y de que los sueños tengan un propósito esencial en el desarrollo de nuestra vida de vigilia.
(Continuará…)