Sueños «crípticos»
Creo que acertaré al pensar que siempre que escuchamos hablar de sueños, automáticamente asociamos la idea de un sueño a una especie de película con secuencias de imágenes y con un guión un tanto raro, absurdo o incluso bizarro.
Sin embargo, el hecho de haber estado registrando y escribiendo mis sueños durante estos dos últimos años me ha llevado a descubrir un tipo de sueños un tanto enigmáticos, a los que etiqueté como «crípticos» desde el primero que recordé y escribí en mi diario de sueños.
¿Y qué tienen de peculiar estos sueños? Son sueños de los que no recuerdo ninguna secuencia, ni imagen, ni contexto, ni acción. Son sueños que me proporcionan simplemente una frase. Son frases singulares, totalmente claras y específicas, que recuerdo perfecta e inequívocamente al despertar, palabra por palabra, incluso los signos de puntuación. Es tal la claridad y fuerza con que las recuerdo que me resultan totalmente enigmáticas o crípticas, pues no entiendo a priori el porqué y el significado de la frase recordada con tanta claridad.
Sin embargo, lo impactante es lo que sucede con el significado de dichos sueños cuando, al cabo del tiempo, se me ocurre repasar los eventos que han ocurrido en mi vida con anterioridad al sueño. Es entonces cuando el sueño, la frase, cobra sentido en toda su magnitud.
«Your Highness»
Este fue el primer sueño enigmático que recuerdo (allá a inicios de 2023). Aquella mañana me desperté y no recordaba ningún sueño. Tras unos minutos de calma y vacío mental, finalmente me incorporé en la cama para quedarme sentado sobre la misma, con las piernas por delante del lateral y con los pies tocando el suelo. Aún no tenía la mente activa con los pensamientos del día a día, permaneciendo en pausa mental. Y, de repente, me llegó una frase corta y en inglés que «sonó» perfectamente dentro de mi cabeza. La frase «resonó» dentro de mi cabeza sonando las palabras «Your Highness» («Su Alteza»). Fue una frase clara, nítida y rotunda en referencia a mí. Me quedé de piedra, sin comprender el qué, el cómo o el por qué de este hecho que acababa de suceder. El impacto fue tal, que la frase y el momento siguen perfectamente en mi recuerdo.
Ésta es una de las frases que todavía no he comprendido su significado, aunque intuyo por dónde pueden ir los tiros.
«La importancia de estar hidratado»
Cuando recordé este sueño me quedé un tanto sorprendido, pues no sabía a qué venía la frase. No recordaba ninguna secuencia o imagen. Nada de nada.
Meses después, en diferentes sesiones improvisadas de kinesiología, aparecería la frase pronunciada tal cuál por la persona que estaba realizándome dichas sesiones. Cómo no, tomé la recomendación de una manera muy seria y la sigo desde entonces.
«Poco a poco. Paso a paso. Ese es el camino.»
El recuerdo de este sueño se dió en un momento en que yo empezaba a crear sentimientos que, pocos meses después me llevarían a dar un paso importante. Yo no era consciente de ésto para nada, por lo que el recuerdo del sueño me dejó una incógnita total. Conforme mis sentimientos iban afianzándose, volví a recordar las palabras del sueño y lo interpreté que quizás estaba en el camino correcto. Y di el paso.
Aquel paso dió lugar a una experiencia personal bastante dura, pero de un valor interior incalculable y que acabaría convertiéndose en una lección de vida importantísima que remató algunas capas de mi personalidad.
Lo curioso es que la frase toma sentido a día de hoy, al ver la experiencia como una lección. Tres años antes pedí a gritos que «quién estuviese ahí afuera y manejara los hilos» me mostrase el camino a seguir. Y tengo muy claro que esta experiencia era parte de ese camino. Y el sueño me lo indicó.
«AC es una guía»
AC es una muy buena amiga mía con quien tengo la fortuna de poder hablar en profundidad de espiritualidad y otros muchos temas trascendentales. Cuando recordé el sueño me hizo gracia y lo tomé a risa, pues no venía a cuento de nada.
Para mi sorpresa, en los meses venideros después de mi experiencia personal, AC se convertiría en esa persona que, a modo de cuentagotas, estuvo dándome apoyo a lo largo del proceso después de mi caída en el pozo oscuro. Ella fue quien, con toda la inteligencia y paciencia del mundo, poco a poco consiguió que yo llegara a ver aquella experiencia desde fuera, desde otra perspectiva, hasta poder darme cuenta de muchas cosas acerca de mí mismo que no había visto nunca con tanta claridad y dureza. Fue un proceso muy doloroso, pues no fue para nada agradable ver muchas cosas ocultas en mi sombra. Pero el aprendizaje fue de un valor extraordinario.
Fue en este punto cuando recordé el sueño y, con los pelos de punta, fui consciente de que realmente AC había sido esa luz que fue iluminando poco a poco mi camino, cuando yo estaba totalmente sumergido en la oscuridad. Tal y como el sueño me indicó, AC fue mi guía en ese proceso tan importante y le estaré eternamente agradecido.
«Debo esperar al momento adecuado para aportar la verdad»
La noche anterior me fui a la cama con una ansiedad tremenda. Había recibido un correo electrónico que volvía a reabrir heridas y me planteé la posibilidad de responderlo desmintiendo muchas afirmaciones falsas, o ignorarlo por completo. Llegué a escribir una respuesta, pero no tenía claro si enviarla, pues hacerlo abriría un camino bastante peligroso. Escribí la respuesta en una hoja de papel y la dejé debajo de la almohada. Obviamente, la preocupación y la ansiedad hicieron que me durmiera con los pensamientos y la duda ocupando toda mi mente.
Por la noche me desperté tres veces y, medio durmiendo, registré en la grabadora del teléfono móvil el contenido de tres sueños. Pero no me paré a tratar de comprender las palabras y me volví a dormir.
Al despertar por la mañana tuve inmediatamente el sentimiento de que no iba a enviar la respuesta. Era una sentencia. Cogí la hoja de papel y la rompí en mil pedazos. Estaba tranquilo interiormente. No había ni rastro de la ansiedad. Horas más tarde me puse a pasar los tres sueños a limpio. Y al escuchar el primero se me pusieron los pelos de punta: «Sólo recuerdo que debo esperar al momento adecuado para aportar la verdad». Para mi sorpresa, era la respuesta a la duda con la que me fui a dormir.
Estos sueños «crípticos» me hacen sentir «acompañado» en mi camino. Es un sentimiento de comprensión de que somos mucho más que el «yo» que creemos que somos, el personaje con el que afrontamos el día a día. Estos sueños son, para mí, la «confirmación» de que dentro de nosotros reside ese «Yo Interior», ese Yo de un orden superior que nos guía en nuestro camino.