Un sentimiento abrumador
Por mucho que diga o escriba que los sueños son como un mapa de nuestro camino interior, no puedo expresar lo que se siente cuando se es testigo de ello.
Los últimos días están siendo muy especiales en cuanto al simbolismo que aparece en los sueños que he ido registrando. Aunque a priori los personajes, los escenarios, los contextos y las acciones oníricas pueden parecer absurdos, tan sólo cabe profundizar un poco en las asociaciones que tienen para mí, para darme cuenta de que me están marcando y mostrando ese camino interior de forma inequívoca. ¿Y cómo sé que es así? Simplemente porque lo siento en mi interior de una forma abrumadora. Simplemente lo sé.
Dos rupturas sentimentales han marcado mi vida en estos últimos años de mi vida, dando lugar a dos choques que han fragmentado la estructura de mi personalidad. Hace cuatro años sucumbía ante la crisis personal más dura que me llevó a un vacío existencial y que supuso el inicio de mi camino interior. Reconozco que parte de mi personalidad murió y quedó atrás en aquel bache oscuro. Y hace cerca de un año viví una nueva situación que remató de forma determinante todos aquellos patrones de mi personalidad que seguían presentes en mí y que venían marcados por una energía de polaridad femenina bastante marcada y que me había hecho afrontar la vida personal desde dicha perspectiva.
Mis sueños están siendo el más claro reflejo de mi metamorfosis interior, de la que soy consciente porque puedo sentir cambios en mi forma de percibir la realidad que me rodea, cambios en mi actitud, en mis motivaciones, en mis intereses. Más que nunca, tengo plena certeza de estar recorriendo el camino que debo recorrer, y éste tiene un propósito. Por fin, tras 48 años de vida, siento la fuerza y la convicción que me lleva a pasar a la acción (principio de energía masculino).
El accidente con el coche que relaté en ¿Conexión entre las realidades del sueño y de vigila?, visto como si fuera un sueño, plasmaba símbolos que me indicaban un «cambio de dirección» inevitable en mi vida. En este hecho ocurrido hace casi un mes, yo conducía mi coche (el vehículo con el que me muevo por la vida) por una carretera secundaria vieja (camino antiguo) sin arcén (de espacio muy limitado) que recorro todos los días (algo reiterativo), me cruzo con un tráiler blanco enorme (algo muy grande, imponente) totalmente inesperado en ese tipo de carretera (algo extraordinario, inusual), de repente recuerdo que en ese tramo hay un bache en el lateral del asfalto (no pongo la suficiente atención, me dejo llevar sin más) y no puedo maniobrar para esquivarlo porque el camión está pasando a mi lado (algo inevitable, he de poner antención plena). La rueda delantera derecha (el elemento que marca la dirección del camino) entra en el bache y revienta con el impacto. No me queda otro remedio que llevar el coche al taller (reparación) para que le cambien la rueda (un elemento de dirección nuevo). Lo sorprendente aquí es que este suceso vino precedido por dos sueños anteriores (ver publicación anterior) en los que aparecían símbolos oníricos precognitivos de este accidente.
Pues bien, estos últimos días he tenido más sueños que me llevan a comprender los cambios que se llevan gestando en mi interior y que empiezan a manifestarse en mi personalidad y mi manera de afrontar el día a día. Voy a relatar algunos de estos sueños y voy a añadir mi interpretación acorde a lo que comento hasta ahora en esta publicación.
«Anca y yo tenemos mucha cercanía después de su viaje» (5/Dic/2004)
«Es de noche. Anca se ha ido de viaje y estoy esperando a que vuelva, pues en el fondo tengo ganas de verla. Estoy sentado en el pasillo del piso, con la espalda contra la pared, y encarado hacia la entrada, que tiene la puerta abierta. Veo que la entrada del piso está llena de hombres sentados en el suelo, esperando o descansando. El más cercano a mí es Henry Cavill, que también está sentado en el suelo y con su espalda apoyada en la pared, y va vestido con un pantalón cómodo de tela oscura y sin camiseta. Pienso que han habido cambios en las condiciones de AirBnB. Observo a todos esos hombres sentados y durmiendo o descansando. Sigo esperando a que vuelva Anca . Decido que me voy a dormir pronto, y que me iré sin hacer ruído y sin encender la luz. (…) Es de día. Estoy dentro de una especie de barca que está flotando sobre la superficie del mar. Anca ya ha vuelto de su viaje y está conmigo en la barca. La superficie del mar está totalmente calmada. Hay otra chica con nosotros, aunque no es protagonista de la escena. Anca lleva puesta una camiseta de tela muy fina y de tirantes muy finos. Siento que estamos muy cercanos. Se nota que hay un interés mútuo. Estoy sentado en la barca y ella está de pie. Se sitúa destrás mío y se va acercando a mí, poco a poco, por mi espalda. Se acerca con toda la intención hasta el punto de hacer contacto físico con mi espalda. Apoya su cuerpo en mí, y me gusta sentirla. Comenzamos a hablar. Le pregunto qué tal ha ido su viaje. Ella me cuenta sobre su viaje de una forma muy dulce. Siento que hay mucho interés en mí por su parte. La miro fijamente mientras me habla y le digo, sin más, que es guapísima. Me da las gracias y continuamos hablando de más cosas. Sin querer, toco con mi mano su camiseta y caen cuatro ganchillos de decoración que se han abierto. La otra chica que hay en la barca y yo los cogemos y los volvemos a ensamblar y cerrar. Me fijo en la camiseta de Anca y me doy cuenta que su pecho izquierdo empieza a asomar por encima del escote de su camiseta, pues ésta se está deslizando lentamente hacia abajo. Me encanta su pecho pequeño. La otra chica y yo acabamos de montar los ganchillos que han caído y los volvemos a poner en su sitio. Anca me comenta algo sobre las condiciones de AirBnB que han cambiado. Yo me lo estaba reservando para cuando llegáramos a casa, pues dormiremos juntos en la misma cama (sólo dormir), y contárselo allí. Pero ahora ya lo sabe y lo comentamos por encima. (…) Anca y yo estamos en un lugar de una ciudad al aire libre. Está abarrotado de gente que conocemos. Veo a una mujer de mediana edad con su hija, hablando las dos entre ellas en español. Sé que son de este lugar, pero escucho su acento y sé que son de Valencia. Anca también me dice que seguro son de Valencia. En eso que Anca llama a la chica de una tienda cercana a donde estamos para que me comente algo. Anca se va ahora y nos veremos más tarde.»
El sueño tiene claramente tres escenas, cada una de ellas con símbolos diferentes. Vayamos por partes trazando la simbología y las asociaciones…
Escena I – Símbolos:
- Piso → Lugar donde vivo; estructura de la psique.
- Entrada del piso → Zona más cercana a la salida (superficie) del piso.
- Pasillo del piso → Zona de distribución y acceso a las diferentes estructuras del piso.
- Sentado y apoyado con la espalda sobre la pared → Tranquilidad, reposo, serenidad, calma.
- Encarado hacia la entrada → Enfocado sobre esa estructura y su contenido.
- Hombres descansando → Gran cantidad de energía de polaridad masculina en buen estado físico y mental; descansando y reponiendo fuerzas durante la espera (pausa para pasar a la acción).
- Henry Cavill → Actor que interpreta a Superman; educación, presencia y saber estar; profesional y respetuoso; un caballero; energía de polaridad masculina de primer nivel.
- Anca → Alguien que conozco personalmente; ingeniera de gran nivel profesional; inteligencia y belleza personificadas; educación y saber estar; elegancia; perfeccionista.
- Ir a dormir sin molestar → Momento de dar el último descanso sin molestar a los demás que están descansando; preparación final para pasar a la acción.
Escena I – Interpretación:
He estado desconectado del mundo laboral durante muchos meses. Durante ese tiempo, Anca (mi parte creativa femeninca relacionada con mi mundo profesional) ha estado de viaje. Ha sido un período de desconexión importantísimo y clave para recuperarme del último batacazo emocional (energía masculina descansando), ser capaz de volver a levantarme (llegar a estar en buen estado físico), de reconocer lo ocurrido, de aprender, de aceptar y empezar a soltar (llegar a estar en buen estado psicológico). Mi personalidad ha sido sacudida de forma importante y hay cambios que siento perfectamente, como una activación de energía de polaridad masculina en forma de acción, de propósito y de claridad. Es una energía masculina que reconozco como parte mía, que me representa y que siento como propia, y que ha estado latente toda mi vida, de forma que mi parte energética de polaridad femenina había tomado las riendas hasta ahora. Justamente el mismo día de este sueño había firmado el contrato con una empresa tecnológica para colaborar con ellos profesionalmente (Anca está al caer de su viaje).
Escena II – Sïmbolos:
- Mar en calma → Campo emocional totalmente en calma y en equilibrio.
- Barca estable → Permite la navegación sobre el mar con plena estabilidad.
- Reunión con Anca → Reunión, depués de un largo tiempo, con mi parte creativa profesional en su máximo esplendor.
- Atracción mútua → Sigue habiendo atracción entre las partes; hay un reconocimiento de los valores en ambas y una aceptación mútua total.
- Pecho casi al descubierto → Se revela lo más íntimo; belleza absoluta; sensualidad; sensibilidad y respeto; alimento materno para el recién nacido.
Escena II – Interpretación:
La firma del contrato de trabajo implica la llegada de Anca de su viaje. Hay un reconocimiento hacia esa parte de mi personalidad que representa Anca, en mitad de un mar infinito y en plena calma (estado emocional totalmente estable). Por las asociaciones del símbolo de Anca, hay un reconocimiento y una atracción completas hacia esa parte mía que había estado ausente por tanto tiempo. Al mismo tiempo que hay una atracción total, también hay un respeto máximo. El pecho revelándose me simboliza atracción, belleza, feminidad (intuición) y el alimento para un recién nacido (una nueva parte de mi personalidad que toma protagonismo a partir de ahora). Y para más curiosidad, sé que Anca adora el idioma del país al que pertenece la empresa con la que he cerrado el acuerdo de colaboración.
Escena III – Símbolos:
- Estar al aire libre de día → LIbertad, espacio, claridad
- Abarrotado de gente conocida → En familia, acompañamiento, jugar en casa
- Madre e hija hablando entre ellas → La parte energética femenina se va completando; plena comunicación
- Son de Valencia → Reconocimiento de y conexión con las raíces
- Anca lo confirma → Alguien que ni siquiera es española reconoce las raíces
Escena III – Interpretación:
Siento que la parte creativa profesional está de vuelta, más preparada que nunca y con más esplendor que nunca, y acompañada de una acción alimentada por una nueva energía de polaridad masculina que, por fin, llega a la superficie. Esta combinación permite un desenvolvimiento totalmente natural y familiar, en el que dicha totalidad se abre a un nuevo escenario, se abre a continuar el camino más preparada que nunca, y reconociendo y teniendo en cuenta sus raíces.
«La abuela Nieves pierde el control del coche y lo estampa contra la pared por dos veces» (8/Dic/2024)
«Es de día. Estoy en Valencia, en una tienda de informática, mirando si ya tienen el ordenador, una torre, que les he pedido. Veo que el ordenador aparece en una lista que tienen impresa, pero no está marcado con un círculo, lo que significa que las piezas ya las tienen en tienda, pero que aún no lo han ensamblado e instalado. Entro en el coche. Estoy sentado en el asiento del copiloto. Mi abuela Nieves está sentada en el asiento del conductor y por tanto ella conduce el coche. Aún parados, pienso que el ordenador lleva un chip Intel de la serie 4000, que es más potente que el chip de la serie 3000 que lleva el portátil. Pienso que tiene bastante memoria y potencia para lo que me de la gana hacer con él. Será un buen equipo y podré hacer muchas cosas con él. La abuela Nieves se dispone a salir. Vamos a salir de Valencia para volver a casa. Estamos esperando en un cruce a que pasen los coches que vienen para salir y girar hacia la izquierda.
Enfrente nuestro se acercan dos coches que giran hacia la izquierda mientras esperamos. Hay un tercero que viene detrás de ellos, aunque está más lejos. La abuela sale, pero lo hace de forma muy lenta y me doy cuenta que el coche que viene de enfrente se acerca embalado. El coche tiene que frenar bruscamente para evitar impactar con nuestro coche. No quiero hacer caso de lo que acaba de suceder, como que no estoy aquí y no he visto nada, siento un poco de vergüenza por la conducción de mi abuela. Ya incoporados en la calle nos dirigimos hacia la calle que gira hacia la izquierda de nuevo y corre en paralelo a las vías que llegan hasta la estación del Norte de Valencia. Conforme nos acercamos a la pared que separa la calle de las vías, observo trenes parados que van cargados de coches destrozados por la riada. Al girar hacia la izquierda para circular en paralelo con las vías, siento que la abuela no va muy segura conduciendo, toma el giro a mucha velocidad y, además, empieza a acelerar conforme gira, de forma que pierde el control del coche por completo y acaba impactando el lateral derecho del coche contra la pared que separa las calles de las vías. Con la velocidad y la inercia del vehículo, hay una rascada tremenda del lateral del coche contra la pared. Le digo a mi abuela que suelte los pedales del coche y que continúe con calma. A pesar de la situación, estoy en calma. Activo el doble intermitente para indicar al resto de vehículos que pasa algo y que no se acerquen. Mi abuela sigue conduciendo. Nos acercamos a un giro hacia la derecha, para volver a girar a la izquierda y seguir nuestro camino. En el giro hacia la izquierda mi abuela vuelve a acelerar en vez de frenar y el vehículo derrapa sin control volviendo a estampar el lateral contra la pared de la calle. El impacto es aún mayor que el anterior. Le digo en voz alta que detenga el vehículo inmediatamente. Le digo que ya no está para conducir por calles fuera de su zona conocida en el pueblo. Me reconoce que es así, y me dice que la culpa es mía porque ella no ha aprendido bien. Veo que la abuela no está del todo en sus cabales y que está perdiendo el raciocinio. Decido que, desde este momento en adelante, voy a conducir yo.»
Los símbolos que aparecen en el sueño y que identifico son:
- Valencia: Capital de la región donde vivo; la ciudad de referencia; valor o significado (DRAE).
- Ordenador: máquina capaz de realizar muchos cálculos de forma lógica; flexibilidad y versatilidad de tareas; herramienta de ayuda inestimable; tenacidad y confianza.
- Viajar: Transitar y recorrer el camino, moverse entre dos puntos.
- Lentitud: incapacidad de adaptación; incapacidad de reacción; no ser consciente de lo exterior.
- Abuela Nieves: Abuela por parte materna; una persona con un corazón enorme; como pareja junto a mi abuelo marcaron mi referencia en la búsqueda de una relación sentimental; en el final de su vida padeció demencia senil y Alzheimer.
- Coche: vehículo con el que hacer un viaje (el ser con el que recorremos la vida).
- Conducir: tomar las riendas del viaje; tomar las decisiones que definen la ruta; tomar las decisiones para hacer el viaje lo mejor posible.
- Riada: caudal masivo de agua descontrolado; emociones descontroladas.
La interpretación me resulta totalmente clarifidacora:
Estoy en Valencia, una ciudad de referencia y del mayor valor a nivel estructural. Aquí se va a llevar a cabo el montaje del ordenador (mente consciente) que va a tener una mayor capacidad lógica y procesamiento (consciencia). Las piezas ya han llegado y queda sólo el ensamblaje. Todo está a punto para un salto en el nivel de consciencia. Ahora toca el viaje de regreso a casa. Conduce mi abuela Nieves, representando una parte importante de mi energía de polaridad femenina que ha sido la que ha estado conduciendo el coche hasta ahora. Hasta hace muy poco, reconozco que las decisiones que he tomado en mi vida han estado marcadas e influenciadas por la búsqueda de ese «amor» que viene del exterior. El haber disuelto mi personalidad en cada una de las relaciones que he tenido, me ha llevado a accidentes desastrosos. Así se ve en el tren, que está cargado de coches destrozados por la riada (descontrol emocional). Mi abuela pierde el control por dos veces, estampando violentamente el lateral del coche contra el muro (dos han sido las relaciones cuyo final se ha llevado por delante parte de mi ser). Soy consciente de que mi abuela, la que ha llevado el volante del coche hasta ahora en mi vida, la que me ha llevado hasta Valencia, ya no está capacitada para continuar el viaje. Soy consciente de lo que significa y asumo el control del coche a partir de ahora.
¿Qué me hacen sentir estas secuencias de sueños?
Es muy difícil expresar ésto en palabras, pero simplemente puedo decir que sé a nivel interior que estoy en el camino que me corresponde. Ha costado mucho, pero a mis 48 añitos recién cumplidos, empiezo a ser consciente de cómo he llevado mi vida y cómo la he enfocado, esperando recibir de afuera aquello que consideraba que me faltaba, dando todo el mérito a eso de afuera y disolviendo por completo mi personalidad, anulando la expresión de mi ser.
Después de digerir torrentes descontrolados de emociones, reconozco que no me he querido a mí mismo, que no he sido capaz de comprender que lo único que tengo seguro en esta vida es a mí mismo. De que pase lo que pase, ese Yo Interior que ha estado ayudándome a crecer y a comprender el sentido de mi existencia, va a estar ahí SIEMPRE, a pesar de mis errores y mis metidas de pata. Y quizás esa sea la manifestación más grande de AMOR INCONDICIONAL. Es a día de hoy cuando siento profundamente y con fuerza que tomo el volante de mi vida. Es a día de hoy cuando siento que tengo un propósito, y estoy preparado para caminar el camino con un destino, con mucha fuerza y con total convicción.
Volviendo ayer con el coche y escuchando música muy especial, vinieron una vez más estos sueños a mi recuerdo. Algo indescriptible me recorrió de pies a cabeza y me sentí abrumado. Soy consciente de que mis sueños son el lenguaje con el que mi inconsciente, mi ser a un nivel más profundo, se comunica conmigo. Sé que este viaje lo voy a hacer solo, ahora lo entiendo y lo acepto con los brazos abiertos. Y digo «solo» cuando pienso en una compañía exterior, porque a nivel interior estoy acompañado por el mejor compañero de viaje que podría tener. Los sueños están siendo sus palabras en forma de símbolos, y me hacen comprender que estamos en el camino, que hay camino por recorrer, que hay que dejar cosas atrás, que hay mucho por descubrir y por aprender, y que no hay nada que vayamos de la mano de la coherencia y la integridad.
Sigo sintiendo día a día que «alguien» me lleva de la mano. Y le estaré eternamente agradecido por este viaje de valor incalculable.