5
May
2025
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Un sueño lúcido muy especial

Me despierto. La luz de la mañana atraviesa las rendijas de la persiana de mi habitación, pues no está cerrada del todo. Me quedo en calma y en silencio por un momento, a ver si recuerdo algún sueño. No, parece que hoy es uno de esos días de sequía onírica. Sigo un poco más en la cama en relax a ver si llega algún sueño sorpresa. Nada.

Me incorporo en la cama y me quedo sentado en el lateral con las palmas de las manos sobre el colchón y los pies bien apoyados sobre el suelo. Voy a iniciar un nuevo día. Me levanto con la intención de ir hacia la puerta y dirigirme al pasillo. En eso que, sin más y a cuento de nada, me viene a la mente la imagen de una nube. Y de repente, de golpe y sin esperarlo, me llega el recuerdo de la experiencia hiperreal todo un sueño lúcido que desafía todos los sueños que he experimentado hasta el momento…

Justo hace un segundo de tiempo no recordaba ningún sueño, ni siquiera un atisbo de haber soñado algo. Un segundo de tiempo después tengo en mi mente el recuerdo de un sueño completo, con todos los detalles, con todo su escenario, su contexto y su acción. Y es más, he sido consciente del sueño mientras la experiencia se ha llevado a cabo.

El relato del sueño es como sigue: «Estoy al aire libre, de pie en medio de un terreno que parece infinito. Es un atardecer precioso y cálido. Soy perfectamente consciente de quién soy, de dónde estoy y de la intención que voy a llevar a cabo. Sé perfectamente que quiero subir por encima de las nubes que habitan en lo alto del cielo azul. Al más puro estilo superhéroe, tomo posición y doblo las rodillas para poder tomar un gran impulso que me eleve hasta el cielo. Soy totalmente consciente de lo que voy a hacer, de lo que estoy haciendo, de lo que va a acontecer. Siento una determinación y una seguridad fascinantes. Intención y atención están al máximo. Me doy un impulso con las piernas de una fuerza increíble y salgo del suelo hacia el cielo a una velocidad vertiginosa. Siento perfectamente la velocidad con el roce del aire en mi rostro y en mi cuerpo. Es un ascenso fugaz y determinación apabullante. Asciendo y asciendo sin ningún atisbo de miedo o duda. Después de unos instantes de libertad absoluta alcanzo y traspaso las nubes. Detengo mi vuelo de ascenso de una forma suave y magistral. Quedo suspendido en el aire. Debajo de mí están las nubes blancas como algodones y que se extienden hacia el horizonte infinito. A lo lejos, enfrente mío, el sol irradia la escena con una luz maravillosamente cálida, proporcionando una vista de una belleza totalmente abrumadora. Me siento lleno de fuerza interior y de una tranquilidad absoluta. Me siento totalmente seguro de mí mismo y con una confianza plena en mi ser.»

Este sueño me supone un impacto enorme a todos los niveles por varias razones. Un momento antes no recuerdo nada, y en un clic tengo en mi memoria el recuerdo de una experiencia que sé y siento perfectamente como vália, porque soy consciente de que la he vivido. Es algo imposible de explicar con palabras, pero que uno sabe muy bien a nivel interior, y sin lugar a dudas.

La sensación es que ese «yo» con el que experimenté ese sueño era un «yo» mucho más completo y mucho más elevado que mi simple yo del día a día. Es algo que tampoco puedo trasladar a palabras pero que reconozco perfectamente. Ese Yo Superior me transmite una seguridad y una confianza completa en mí mismo.

Y me atrevo a ir un paso más allá para afirmar que siento y acepto esta experiencia ya no sólo como totalmente válida, sino que va mucho más allá de simplemente un sueño.

Se me pone la piel de gallina cada vez que revivo esta experiencia y me viene la misma pregunta a la mente mientras de forma inconsciente se me dibuja una gran sonrisa en la cara: ¿a dónde vamos en nuestros sueños?

 


Mientras escribo esta publicación estoy escuchando una canción de música melodic-trance-progressive melódica que ha vuelto a mi vida después de unos cuantos años. Ha hecho aparición en forma de coincidencia casual, y enlaza mi presente con otro momentos interesante de mi pasado personal:

En un día de muchos pensamientos, de sentimientos internos y de una cierta toma de decisiones interiores, aparece de nuevo y por sorpresa esta canción, cuya letra dice lo siguiente:

Todos empezamos a partir de estrellas y polvo.
Perdemos, ganamos, pero aún así permanecemos aquí.
Palabras de amor susurradas lentamente, y con el tiempo llegas.
Todo lo que necesito está aquí. Te lo recordaré cuando te encuentre.

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